domingo, enero 27, 2008

delfines sordos



“Todas aquellas palabras que en su época fueron escritas” no pueden ser oídas por un sordo. Y es que a veces es tan afortunada la vida del sordo, el sordo no escucha sobre sufrimiento ni dolor, no escucha quejas ni decepciones, no le entran en la cabeza los ruidos cotidianos de una sociedad decadente que ensucia las mentes autosugestionándonos sobre pena y agonía por una vida que debería ser sencilla. El sordo no escucha mentiras ni calumnias, no imita a las personas a su alrededor que lo único que harían sería ensuciarle la mente con lamentaciones que, para los que escuchan, se vuelven tan cotidianas.

El sordo no imita esa insatisfacción, no aprende a mentir; no aprende a sufrir ni a llorar por cosas que no son reales. Claro que en su realidad también sufre, y llora por cosas que desea, y cree que “las personas normales” no podrían comprender sus sufrimientos, sin poder entender, a base de de la negatividad que el mundo cotidiano nos crea, que todos sufrimos, seamos, o no, afortunados.

Ya sea, por problemas que cargamos, o por lo qué no tenemos, pero incluso también por aquello que nunca hemos conocido.

Tomemos un ejemplo sencillo: en la vida de un animal todo parece sencillo ¿cierto? ¿será entonces que entre más inteligencia se posea, aumenta el nivel de infelicidad? no podríamos afirmar que un hongo sea 100% feliz, ¿pero qué tal un delfín? con uno de los coeficientes más aproximado al del ser humano, y hábitos de vivir tan alejados ¿Por qué tendría que ser, una criaturita tan juguetona y risueña, infeliz? es decir, nadie los maltrata ni los secuestra, no los obliga a hacer cosas que en su ambiente natural no harían a cambio de comida… de acuerdo, eso ocurre. Pero se les cuida y atiende, después de todo los delfines son criaturas ignorantes sin derechos, además ¿Cómo podrían saber que hacemos algo malo con ellos? ¿Cómo podría notar la gente al verlos que saben cosas, y que extrañan otras? ¿Cómo podría ser que una criaturita tan encantadora tenga el alma tan desquebrajada, que haría (como el esclavo que nunca ha conocido la libertad) cualquier cosa que se les enseñara? ¿Qué tiene de malo que otras personas los molesten? si después de todo nadar con ellos es relajante, y su canto es terapéutico, además, si no tienen conciencia de lo que se les hace (como tampoco la tiene la persona que toda su vida ha recibido ideas de esclavitud) ¿Qué tendría de malo la manera en la que se les trata? ¿Cómo podría un animalito así sospechar eso? ¿Cómo podría una criaturita tan lista ser engañada de esa manera?

¿Cómo se podría saber? después de todo un delfín siempre es feliz, su canto nos lo dice, o eso aparenta, tal vez es lo que queramos creer. Pero no todo es apariencia, tengamos en cuenta que nosotros como especie dominante no tenemos que estar por encima de todo, especialmente en lo que a nivel de felicidad se refiere. Somos la especia que ha aprendido a vivir en medio de los desiertos, fríos y cálidos; que hemos rebasado el límite de la comunicación a más allá de la historia, y que, como semidioses caídos, hemos dicho que dominamos el arte, la técnica y la ciencia, pero aun no hemos aprendido en todo caso, a controlar nuestras propias emociones, nuestra propia verdad, que en base de un universo consistente, no es en sí, más que aparente.

Como especie hemos soñado con vislumbrar una verdad absoluta sobre todas las cosas (incluso las más ridículas) pero como seres lo mejor que podemos hacer es torturarnos a nosotros mismos con cosas que a nadie más le interesan, somos aun bestias, dueños de pasiones que nos carcomen el alma, un problema que se agrava cuando escuchamos siempre de alguien más (con pasiones iguales, o mayores a las nuestras) que nuestro susodicho problema es fácilmente solucionable para alguien más, a quien no le preocupa tanto, y a su vez, se mortifica por cosas que a nosotros no nos interesan. Como una chica que a los 21 años a soñado toda su vida con poder ir y nadar entre delfines, y sufre intensamente porque, a pesar de su juventud, y a causa de la vida pesimista en la que todos inevitablemente estamos sumergidos, cree que nunca podrá hacerlo, y siente envidia por esos seres de aspecto extraño (humanos con discapacidades mentales y de otras clases) quienes entre su vida cotidiana (y como parte de su tratamiento, especialmente el costoso) se ven, no sólo posibilitados, sino motivados y algunas veces incluso obligados, a nadar entre ellos (los delfines)

A lo lago de la historia, la humanidad ha establecido que el sufrimiento es parte integral de la vida, y que sólo podrá ser superado, el día que dejemos de sentir penas; pero los filósofos (como parte aberrante de la humanidad) saben que ese día, sentiremos pena por la pena que hemos perdido, los filósofos saben que la felicidad no es un estado que se alcanza sino un nivel del alma que se adquiere por medio de querer ser feliz, ¿es entonces el delfín el único animal que llegó a ese estado de conciencia? Renunció a su estatus como dominante del planeta por la felicidad de simplemente obtener lo qué quería (ser feliz) sin importar lo que pasara, ateniéndose a que la especie que lo reemplazase notara lo que ellos hicieron… o al menos que no fueran crueles con ellos.

¿Es entonces la felicidad un estado que se alcanza solamente disponiendo del intelecto y no algo que se gana por coincidencia? ¿Es el conocimiento sinónimo de infelicidad? ¿La ignorancia te hará feliz? Si los filósofos de la antigüedad sabían esto ¿Por qué siguieron existiendo filósofos después de ellos? ¿Por que causarse la pena? ¿Por qué sentir nostalgia por extrañar algo?

Pero si la felicidad simplemente se alcanza buscándola ¿por qué existe la felicidad pasajera? ¿Por qué es después de lograr algo que nos sentimos así? La felicidad para muchos es obtener algo (a pesar de que otros se sacrifiquen) como la joven a la que todos sus conocidos le compraron un boleto para nadar con los delfines, sacrificando así gustos, diversiones, y necesidades personales, eso no le importó a ella; ni la molestó, ni la hizo más feliz, su pasión la ciega, la deja creer que es feliz… y eso la vuelve una persona tan desafortunada.

¿Pero si la fortuna lleva a la felicidad por qué es feliz un delfín? Quizás la felicidad sea sólo un concepto que se invento como la eternidad (la cual dura sólo un momento cuando se siente) Quizás la felicidad sea simplemente disfrutar del momento, olvidarte de problemas, sabiduría, y sufrimientos por un momento, quizás la felicidad verdadera sea nadar con los delfines sólo un instante, aunque lo hayas deseado toda tu vida, aunque no sepas lo que te dicen, aunque no los escuches cantar.

Es afortunada la vida del sordo, especialmente del que nació ya con esa (supuesta) imperfección, y especialmente la del que nació en una familia rica, el que recibe apoyo, y en especial la de él que nada hoy; ahí la vio, después de una vida de querer nadar con delfines nadó hoy, sonriendo y disfrutando del momento, quien la viera pensaría que es verdaderamente feliz, como lo son también los delfines.

El sordo la vio y fue feliz, porque encontró una pasión, después de ese día su felicidad murió pero su pasión no se consumió, recordó siempre el día en que la vio, nadando con delfines, un día como hoy pero más hermoso, por siempre el día más hermoso, él no le habló porque ella no le podría contestar, ella no entendería sus señas, ella hablaba y escuchaba, ella no era parte de su grupo, ella no era ni retrasada, ni ciega. Ella nadaba en lo profundo, era de otro mundo.

Su pasión lo segó, lo dejó creer que fue feliz… y para no dejar que esa felicidad muriera, no dejó que esa antigua pasión se consumiera, y eso lo vuelve una persona tan infeliz.

Nunca la escuchó maldecir, nunca la escuchó quejase de los seres extraños que le quitaban la mitad del espacio, la mitad de la piscina, la mitad de su felicidad. De hecho ese día fue malo para ella, los tuvo que soportar, como si ello conllevara a recordar que no todo en el mundo puede ser felicidad, y eso no la dejaba ser feliz.

Ella pudo haber alcanzado la felicidad, él pudo haberse quitado esa imagen que se ha formado de ella, incluso desde el primer instante, y eso hubiera hecho que nunca la extrañara como lo hace, ¿Quién de ellos fue más afortunado ese día? Quizás la fortuna de alguien consiste en saber, o no, como ser feliz, simplemente deseándolo, quizás el más afortunado ese día fue el delfín.

Lo que podemos obtener de aquí es que nadie es feliz, quizás ni la felicidad ni el amor existen y los filósofos han estado desperdiciando sus vidas todo este tiempo, quizás todo sobre las cosas bellas han sido sólo ideas inculcadas en nuestra cabeza. Así es como todos debemos tener en cuenta que lo más inesperado siempre se encuentra, paradójicamente, en el sitio más obvio, eso es para darnos cuenta de que vivimos tan desconectados, y no dejarnos arrastrar por una mentalidad en la que todo es hermoso y daros cuenta, de que todos sufrimos de diferentes modos.


...

¿qué sentido tienen las lecciones constantes cuando pueden dejar de importar?
¿Existirá entonces una felicidad que sea permanente? ¿Hará falta un nuevo término? ¿Nunca nadie se habrá preguntado esto o estaremos perdiendo nuestro tiempo? Preguntas sin sentido para quien su pasión no sea la de filosofar, la respuesta es sencilla si no te dejas cautivar. ¿Acaso no es el amor un tipo de felicidad? ¿Acaso el amor es restrictivo? ¿Acaso el amor es fácil de conservar? Entre más escaso más eterno, parece acoplase y contradecir todo al mismo tiempo, parece ser lo que no es, no es pasión, no es deseo, no es sufrimiento; es una palabra que no se sabe usar, se confunde con feliz.

Les dejo sólo con más preguntas ¿por que no dejamos que el ser feliz nos apasione? ¿Por qué no amar la vida aunque otros la hagan ver tan mediocre?

Cosas maravillosas ocurren todo el tiempo a nuestro alrededor, pero vivimos en una idiosincrasia tal, que nos cuenta mucho trabajo creerlas. En un mundo sin expectativas, cómo podríamos creer que alguien que vio más hermoso al mundo, al menos por unos minutos, podría hacer mejor su vida.

4 comentarios:

Pugliesino dijo...

El tiempo corre cada vez más,tanto que apenas le oímos pasar.Incluso a los trenes le han quitado su voz,quieren cubrir el río de la ciudad para que los coches apague el sonido de la corriente.Nos quedamos sin instantes,a la velocidad de la luz no oimos la música.Pero un sordo puede imaginarla y detener el tiempo,y apreciar un instante feliz.Lo sé.
Un placer leer este texto.
Un abrazo

Popi dijo...

"Así es como todos debemos tener en cuenta que lo más inesperado siempre se encuentra, paradójicamente, en el sitio más obvio."
Me gusta esto.
P.D.La felicidad es un invento del hombre, por eso los demás animales sólo son infelices a nuestros ojos.
Un placer.

Pedro dijo...

Más que un cuento es un ensayo sobre el arte de la felicidad y la sordera ;) Da que pensar y eso es precisamente es lo que quierias,¿no?

Un saludo,

Pedro.

Pd: El concepto de felicidad es inherente al ser humano por ser un concepto superior, por definición un animal no podría ser feliz, tan sólo estar bien, sentirse placido.

Jan Lorenzo dijo...

Cada uno encuentra la felicidad en el sitio que menos espera y de la forma más extraña que se pueda imaginar...

Un cuento que da mucho que pensar...

Y perdón por venir tan tarde a comentar... Que casi ni publico mi historia tampoco...

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.