domingo, febrero 10, 2008

Un soldado y una bruja....



“Todo sucedió en un minuto,” y lo pude comprender mientras moría. Y toda la historia regreso a mi cabeza…

Una legión, moviéndose, siempre moviéndose, nunca para nada bueno. Dicen que soy el mejor soldado del mundo, ¿y eso de qué me sirve? La guerra, incluso la magia misma, acaban con el mundo, consumen su alma. No tendría nada por qué luchar si no fuera por ella, y eso me hace recordar que todo ha valido la pena, toda la guerra, todas las muertes, y toda la magia que se uso para pelear en ella.
Dicen que es una bruja que cambió su corazón por poderes que el mismo diablo perdió, pero quien lo diga no ha visto sus ojos como lo hago yo, no ha visto en ellos su dolor, una bruja sin corazón no podría tener en sus ojos esa nostalgia desconsolada que brota por sus pestañas, los he visto hoy, antes de que llegara la madrugada, grandes y tristes mirando al valle, bañado en un rocío azul y resplandeciente antes de que salga el sol, y conteniendo su dolor.

Antes de la pelea es lo peor, siempre pienso que moriré hoy… Dicen que soy el mejor soldado que el mundo ha visto ¿y eso de que me sirve? Un ejército se encuentra del otro lado también mirando hacia aquí, pensando en lo mismo; y en odio; y en creer tener mejores razones para luchar de las que tengo yo, pero seguramente allí habrá también alguien como yo, preguntándose la razón de por qué tendremos que morir hoy. Hace tanto tiempo que esto empezó que ya no se recuerda la razón, sin embargo la veo a ella ahí, con sus grandes ojos grises mirándome por casualidad a mí, y siento que valió la pena estar aquí.

Se acerca el alba, y pienso que voy a morir, seguramente hoy moriré, siempre pienso en lo mismo y siempre he logrado sobrevivir. Dicen que soy el mejor soldado, dicen muchas cosas sobre mí, y hay 2 mil soldados detrás de mí que las creen, y posiblemente un poco más enfrente mirando hacia aquí creyendo que pelearan contra mí, y una bruja sin corazón.
Se acerca la hora, y se escucha el estruendo, parece un trueno pero son los soldados corriendo, son las armas, son mis propios pasos, mis esperanzas para un mundo mejor y perfecto, soy yo escapando de mí para entregarme al coraje y la pasión; cortar, matar, y ver la sangre sin sentir pena o dolor, ver a los ojos de quien estoy matando sin perderme en su furia, o lastima, y seguir matando. Me hieren… y siento que ese pudo ver sido un buen momento para haber muerto… pero es una herida leve; puedo seguir matando sin ninguna razón. Dicen que soy el mejor soldado que el mundo ha visto, pero soy yo el que ya no tiene un corazón, en cambio ella, ella es la luz del sol, ella puede ser tempestad y tormenta pero también volcán y tierra, ella es amor y dolor, y todavía siente pena… la veo mientras peleo, y pierdo mis ganas de combatir cuando ella me podría estar viendo, bajo mi arma y lo pienso, y me da pena que me viera morir, quizás por protegerla a ella, así que levanto mi arma y me defiendo, porque todavía siento que vale la pena seguir viviendo…
Después de un rato me es tan difícil seguir así, primero porque veo que ella no me necesita para defenderse, y en segundo porque me hirieron de nuevo. El mundo parece moverse tan lento cuando crees que vas a morir, pero sigo aquí, apretando la tierra para no irme, no sé a dónde, sólo no ir… La busco y la encuentro en el mismo trance en el que yo entro cuando peleo, donde tus ojos ya no dicen nada de ti, y después de eso así se quedan para siempre ¿¡POR QUE SE MUEVEN TAN LENTO!? ¿POR QUÉ NO PUEDEN MATARME? No sé quien era pero ya esta muerto, perdió su oportunidad, y me dejó mirando esto, a ella, flotando, explotando e incendiando soldados… pero su gesto está perdido, sus ojos están vacíos, de propósito o sentimiento, ahora no encuentro en ellos eso, ahora son frívolos…

Me atacan y sólo sigo peleando, ataco, me duele la herida pero más me arde la ira, y mato, y quiero matar para que ya no lo tenga que hacer ella, ahora comprendo que tanto tiempo de estar conmigo le ha hecho daño, estar en esta guerra es lo que la ha afectado, porque ella y yo sólo una vez nos vimos ¡Y ESO ES LO QUE ME PROVOCA MÁS CORAGE!.

Fue hace mucho tiempo, en una ciudad con un mar azul y un puerto de madera, la ciudad parecía tan moderna, allí la conocí a ella, mis compañeros la molestaban, y ella no sabía lo bonita que era, nunca lo ha sabido, parecía con tanto miedo, y de ver sabido de lo que es capaz nunca nadie la hubiera querido haber visto. Tiempo después me encontró una anciana, dijo que era su madre, me pidió llevarla, me dijo que ella acabaría la guerra, y creo que era cierto. Estamos en las afueras del castillo del culpable de esta pelea, entre los hombres se le considera como una deidad, antiguo e inmortal con magia tanto como para destruir como para crear, de haber logrado entrar lo hubiera podido matar; todavía puedo entrar, peleo solo, todavía puedo pelear hasta que habrán esas puertas o él salga a pelearme, los guardias en las afueras parecen tan poca cosa, y aun así parece que van ganando, no importa quién gane hoy la batalla, si logro matarlo se acabará la guerra.

Y ahí pasa, ella se ha vuelto loca, incendia a todos los hombres sin encontrar diferencias, ataca a aliados y enemigos, no se da cuenta, me ataca a mí también y ahora desearía que siguiera haciéndolo para que no tuviera que lastimar a nadie más, yo soy inmune a la magia de cualquier tipo por nacimiento, nací en una fecha muy especial bajo unas extravagantes estrellas, en lo que dicen es el centro del mundo aunque no lo parezca, siempre me han dicho que nací con un propósito muy profundo para el destino, pero matar es sólo ser una peste en el mundo.

Trato de llegar a ella, la trato de alcanzar, pero no puedo, quizás ya estoy cansado de todo esto, ¿por qué no puedo? ¿De qué me sirve ser el mejor soldado en el mundo si no puedo detenerla? Mi propia fuerza, mi propia magia si es que alguna vez he tenido alguna, se limita a pelear, si pudiera correr como flota ella con las puntas de los pies sobre la tierra ¿qué le diría? ¿Cómo la haría entrar en razón? ¿Cómo la despertaría? Le daría un beso y le diría que la amo, y nos iríamos de aquí, estoy cansado de tratar de marcar la historia de este mundo, estoy cansado de que seamos nosotros dos los representantes de una época que jamás debió haber ocurrido; harto de lo que dice la gente de mí, y de ella, estoy harto.
Suelto mi arma decidiendo dejar de tratar de marcar un destino, ser cobarde y escapar, pero escapar con ella que es lo que siempre he querido… y lo que yo quiero ya no lo podré ver visto, algo ha caído sobre mí, en mi pecho, es una espada, cayó del cielo, no la vi venir, me dejó enterrado en el suelo y no me ha matado, la lanzó un experto, se supone que debería dejarme sufriendo mucho por mucho tiempo, una muerte lenta y dolorosa, pero no creo que esto sea sufrimiento… no después de todo lo que he visto y hecho, ni después de todo lo que tampoco nunca hice, no, esto no es sufrimiento, tampoco el saber que moriré, no después de imaginarme todos los días la más insignificante de las muertes, un campo de batalla por alguien que también está muerto y no lo sabe, aunque eso es exactamente lo que ha pasado. Ahora sé que ninguna muerte pudo ser insignificante, inclusive me dio gusto, que por lo menos por un instante, me decidí hacer algo por mí mismo.

Y ahora la veo mirándome, parece recuperada porque casi la veo compadecerse. Me parece extraño porque nunca la vi mirando a un soldado, y menos a un soldado muerto, ¿qué estará pensando?, le veo tranquilamente antes de morir sabiendo que es la última oportunidad que tendremos para mirarnos, hasta que algo me hiela la sangre y me hace desear pararme para seguir peleando, está detrás de ella.

Allí está ése hechicero, se acerca a ella, por un campo lleno de muertos que pelearon alguna vez por alguna causa de la que ahora ya no parece quedar nada que valga la pena, sólo ella, y sólo él por detrás acercándose para matarla y ganarla. Y aun sabiendo que al quitar esta arma del pecho moriré en un instante, trato de desenterrarla y pelear, levantarme aunque no puedo, aunque ni siquiera debería poder moverme, pero si alguna vez ha habido alguna magia en mí desearía que pudiera ser la de poder pelear una última vez con una espada enterrada en el pecho, hasta que los veo, y lo comprendo, los dos me miran de manera compasiva, se abrazan de lado y se dan un beso rápido en la boca que me deja dudando que se quieran mucho, o tal vez es el tiempo el que parece ir tan rápido ahora, al menos sé que no va a matarla, así que me quedo en la tierra sufriendo todavía menos por esta espada.

¿Qué fue lo que pasó?, ¿Por qué?, ¿Por qué esto?, ¿Así acabó?, Yo muerto y ella hechizada y esclavizada, yo he visto a ese brujo destruir un ejército entero moviendo una mano, fui el único sobreviviente y de allí vino mi fama como soldado, y un grado que representa más una inspiración que una posición, “el mejor soldado del mundo”. No importa el grado de magia, por alguna voluntad divina soy inmune a ella, y eso nunca me sirvió… lo más que me dejó fue evitarme una muerte rápida, compasiva a la que tengo ahora en comparación, sin haberla conocido, sin saber que será de ella; sin nunca…. Sin haber hablado con ella; dicen también que puedo pelear como ningún soldado nunca lo ha logrado, he sido soldado toda mi vida y ahora me han ganado sólo arrojando una espada al aire… ya ni siquiera sé por qué estoy llorando, lloro quizá porque los veo mirarme… debería alegrarme que la guerra ya acabó, lo único que me preocupa es lo que hará del mundo el que ganó.

Ella, ella sabe, ella lo verá y no yo, pobre porque siempre sufre más el que se queda que el que se va… pero ella no está sufriendo, su compasión parece volverse alegría ¿por qué?… porque ganó.

¿Quien mira así? ¡Quien obtiene lo que siempre quiso! ¿Cómo se puede alegrar de ser esclava y prisionera? Ella fue la que ganó ¡NO ÉL!

Él la mira y no puede hacer nada más, no parece sufrir o gozar, sólo la puede mirar, ella me mira y parece extrañar algo pero también parece sonreír al ganar, la primera vez que la vi no me pareció que sería la única sobreviviente de una guerra ganada, no le hablaba a nadie y siempre parecía asustada; cuando su madre la envió a la guerra siempre llevaba la cara oculta, un día eso pareció dejar de importar, nadie parecía notarlo.

Ése mago no la envió, él también se enamoró, no puede voltear a otra parte, pareciera no poder respirar si no la tiene cerca, ¿qué es la magia de ella? Nos engañó a todos y sólo ella ha ganado esta guerra.
Pareciera entender lo que pienso, se acerca hacia mí, dejando al brujo con cara de desconsuelo, como cachorrito ordenado a esperar en ése lugar, se ve tan joven y perfecto, ventajas de los magos que pueden evitar los defectos humanos; ella por su parte aun cuando nunca se ha considerado bella siempre me ha pareció bonita, una belleza normal, nunca creí que terminar tan enamorado de ella, por sus gestos, por su manera de actuar, y por sus ojos al mirar. No hay nadie más en el mundo como ella, y ahora por primera vez se me aproxima y me besa rápidamente en la frente como si estuviera acostumbrada a hacerlo, no creí que hiciera otra cosa que venir a sacarme la espada y terminar, pero me dice:
-Tú siempre fuiste inmune a la magia, si te hubieras enamorado de mí esta guerra hubiera terminado hace mucho tiempo-

Y ahora lo comprendo, yo en este cuento siempre he sido el malo.

sábado, febrero 02, 2008

Ya No Partiré Nunca Más de tu Lado


-"Me he tragado una cancion" para estar aqui, me perdi entre el diluvio de un dia soleado, Navegando donde la luna resplandecia en el horizonte, pero alfin estoy aqui.

-Cuanto odio ver llover, cuanto amo ver la luna desde aquí-
-Se supone que la luna se ve igual desde cualquier lugar-

-No, es diferente cuando la veo aquí contigo-
-¿Por qué dices que odias ver llover?-

-Porque he pasado mucho tiempo navegando, he viajado mucho para llegar a esta isla contigo, he pasado mucho tiempo cruzando por un océano que parecía infinito para poder verte. Muchas noches, sólo viendo al horizonte, sólo una línea que divide a dos obscuridades diferentes, sólo guiado por la luna, por eso odio ver llover, porque no me dejaba encontrarla, y eso me recuerda todo el tiempo desperdiciado tratando de llegar contigo, me recuerda cuando lloro.-
-Aquí no se puede llorar, ¿entiendes lo fantástico que es este lugar?, podemos hacer lo que queramos, no ahí límites ni restricciones para lo que deseamos, aquí podemos ser lo que siempre anhelamos-

-Pero ahí algo. Recuerdo mirar el océano mientras llovía, pero aquí nunca llueve. Recuerdo el sonido que había. Recuerdo cuando golpeaba el suelo.
Yo adoraba ver llover, pero amé ese sonido al ir contigo, mientras nos cubríamos debajo del mismo paraguas, y decías que me amabas, y me besabas, y que conmigo siempre estarías, yo aprendía a amar el sonido de la lluvia-
-Decías que odias ver cuando llueve-

-Eso es lo que no entiendo, ahí algo que me tiene molesto, ahí algo que recuerdo pero no comprendo. Una tormenta, como la de allá a lo lejos, mientras viajaba en medio del océano. Recuerdo una tormenta, y a la lluvia, y el mar embravecidos -
Nunca ahí tormentas aquí, este lugar es perfecto, ¿acaso no estoy yo aquí?-

-Sí, pero todavía no lo comprendo, ¿por qué viaje tanto tiempo? ¿Qué ha pasado conmigo? ¿Y por qué estás tú aquí?-
-Te lo dije, yo siempre estaré contigo-

-¿Y si fue así entonces por qué emprendí este viaje? ¿Por qué me alejé? ¿No era lo que yo quería? Yo me alejé y no lo entiendo ¿es esto una trampa? Ahora sé por qué me trajiste a este desierto, donde nunca llueve-
-No, no, estás confundido, esa tormenta a lo lejos no es tu juicio, tú estás conmigo, siempre estarás conmigo-

-No, no siempre podrá ser así, tú misma lo dijiste, una vez, mientras seguías conmigo, y después te fuiste. Tú fuiste la que te alejaste y ahora quieres estar conmigo-
-¿Por qué me dices eso, por qué lo quieres recordar? estoy aquí para ti ¿no lo vez? ¿Lo demás qué importa?-

-Pero tú te fuiste de mi lado, yo lo recuerdo pero no lo comprendo; yo me alejaba de ti, y eso es lo que no comprendo. Te dejaba sola, y ahora me arrepiento. Yo no supe aprovechar el tiempo que pasamos juntos, por eso te quería tener sólo a ti en este lugar, ahora lo veo-

Ella parecía muy triste, con las manos cruzadas, y la mirada baja, sólo mirando al suelo, mirando a la luna. Atrás de ella sólo el espacio y su negrura, volteó hacia arriba y miró a la tierra donde se veía una tormenta, se mordió el labio de arriba justo como él recordaba que hacía cuando se encontraba muy preocupada, él recordaba todos sus gestos y caras; él notó en ella un miedo a ser olvidada, y ella no dijo nada.

-Eres muy hermosa, siempre optimista, siempre muy valiente, por eso no me dolió cuando me dejaste, sabía que hacías lo correcto porque yo era el que nunca se acercaba.
Ahora veo lo que me debió ser más importante, ahora sólo tengo tu imagen, un recuerdo desgastado que me ha hecho olvidar que te extraño tanto. Aquí no puedo hacer nada, mas que mirar la luna, y mirar la tierra, y recordarte, y recordar mi final con aquella tormenta. No, estando aquí nada es lo mismo-

-Una vez te dijiste, que si pudieras, entrarías en un sueño donde dejarías la tierra, y te embarcarías de nuevo pero conmigo para estar lejos, y siempre estaríamos juntos en ese sueño, viendo lo infinito que es el océano, y que mirarías a la luna y a las estrellas como nunca lo habías hecho, porque estaría contigo-

-Eso sólo lo podría saber yo, nunca te lo dije… Creo que aquella tormenta en mis recuerdos me ganó, creo que he despertado de un sueño, demasiado hermoso para ser cierto, demasiado placentero para poder estar completo. Ahora ya no quiero seguir más en este sueño, quisiera encontrar una oportunidad de nuevo. Es hora de volver a la tierra, regresar a la tormenta, empezar de nuevo como tú me enseñaste a hacerlo. No te preocupes, ambos lo hemos dicho: “siempre estaré contigo”. Esta vez, trataré de ser digno, empezaré siempre estando a tu lado, y quizás esta vez, me pueda quedar contigo.

domingo, enero 27, 2008

delfines sordos



“Todas aquellas palabras que en su época fueron escritas” no pueden ser oídas por un sordo. Y es que a veces es tan afortunada la vida del sordo, el sordo no escucha sobre sufrimiento ni dolor, no escucha quejas ni decepciones, no le entran en la cabeza los ruidos cotidianos de una sociedad decadente que ensucia las mentes autosugestionándonos sobre pena y agonía por una vida que debería ser sencilla. El sordo no escucha mentiras ni calumnias, no imita a las personas a su alrededor que lo único que harían sería ensuciarle la mente con lamentaciones que, para los que escuchan, se vuelven tan cotidianas.

El sordo no imita esa insatisfacción, no aprende a mentir; no aprende a sufrir ni a llorar por cosas que no son reales. Claro que en su realidad también sufre, y llora por cosas que desea, y cree que “las personas normales” no podrían comprender sus sufrimientos, sin poder entender, a base de de la negatividad que el mundo cotidiano nos crea, que todos sufrimos, seamos, o no, afortunados.

Ya sea, por problemas que cargamos, o por lo qué no tenemos, pero incluso también por aquello que nunca hemos conocido.

Tomemos un ejemplo sencillo: en la vida de un animal todo parece sencillo ¿cierto? ¿será entonces que entre más inteligencia se posea, aumenta el nivel de infelicidad? no podríamos afirmar que un hongo sea 100% feliz, ¿pero qué tal un delfín? con uno de los coeficientes más aproximado al del ser humano, y hábitos de vivir tan alejados ¿Por qué tendría que ser, una criaturita tan juguetona y risueña, infeliz? es decir, nadie los maltrata ni los secuestra, no los obliga a hacer cosas que en su ambiente natural no harían a cambio de comida… de acuerdo, eso ocurre. Pero se les cuida y atiende, después de todo los delfines son criaturas ignorantes sin derechos, además ¿Cómo podrían saber que hacemos algo malo con ellos? ¿Cómo podría notar la gente al verlos que saben cosas, y que extrañan otras? ¿Cómo podría ser que una criaturita tan encantadora tenga el alma tan desquebrajada, que haría (como el esclavo que nunca ha conocido la libertad) cualquier cosa que se les enseñara? ¿Qué tiene de malo que otras personas los molesten? si después de todo nadar con ellos es relajante, y su canto es terapéutico, además, si no tienen conciencia de lo que se les hace (como tampoco la tiene la persona que toda su vida ha recibido ideas de esclavitud) ¿Qué tendría de malo la manera en la que se les trata? ¿Cómo podría un animalito así sospechar eso? ¿Cómo podría una criaturita tan lista ser engañada de esa manera?

¿Cómo se podría saber? después de todo un delfín siempre es feliz, su canto nos lo dice, o eso aparenta, tal vez es lo que queramos creer. Pero no todo es apariencia, tengamos en cuenta que nosotros como especie dominante no tenemos que estar por encima de todo, especialmente en lo que a nivel de felicidad se refiere. Somos la especia que ha aprendido a vivir en medio de los desiertos, fríos y cálidos; que hemos rebasado el límite de la comunicación a más allá de la historia, y que, como semidioses caídos, hemos dicho que dominamos el arte, la técnica y la ciencia, pero aun no hemos aprendido en todo caso, a controlar nuestras propias emociones, nuestra propia verdad, que en base de un universo consistente, no es en sí, más que aparente.

Como especie hemos soñado con vislumbrar una verdad absoluta sobre todas las cosas (incluso las más ridículas) pero como seres lo mejor que podemos hacer es torturarnos a nosotros mismos con cosas que a nadie más le interesan, somos aun bestias, dueños de pasiones que nos carcomen el alma, un problema que se agrava cuando escuchamos siempre de alguien más (con pasiones iguales, o mayores a las nuestras) que nuestro susodicho problema es fácilmente solucionable para alguien más, a quien no le preocupa tanto, y a su vez, se mortifica por cosas que a nosotros no nos interesan. Como una chica que a los 21 años a soñado toda su vida con poder ir y nadar entre delfines, y sufre intensamente porque, a pesar de su juventud, y a causa de la vida pesimista en la que todos inevitablemente estamos sumergidos, cree que nunca podrá hacerlo, y siente envidia por esos seres de aspecto extraño (humanos con discapacidades mentales y de otras clases) quienes entre su vida cotidiana (y como parte de su tratamiento, especialmente el costoso) se ven, no sólo posibilitados, sino motivados y algunas veces incluso obligados, a nadar entre ellos (los delfines)

A lo lago de la historia, la humanidad ha establecido que el sufrimiento es parte integral de la vida, y que sólo podrá ser superado, el día que dejemos de sentir penas; pero los filósofos (como parte aberrante de la humanidad) saben que ese día, sentiremos pena por la pena que hemos perdido, los filósofos saben que la felicidad no es un estado que se alcanza sino un nivel del alma que se adquiere por medio de querer ser feliz, ¿es entonces el delfín el único animal que llegó a ese estado de conciencia? Renunció a su estatus como dominante del planeta por la felicidad de simplemente obtener lo qué quería (ser feliz) sin importar lo que pasara, ateniéndose a que la especie que lo reemplazase notara lo que ellos hicieron… o al menos que no fueran crueles con ellos.

¿Es entonces la felicidad un estado que se alcanza solamente disponiendo del intelecto y no algo que se gana por coincidencia? ¿Es el conocimiento sinónimo de infelicidad? ¿La ignorancia te hará feliz? Si los filósofos de la antigüedad sabían esto ¿Por qué siguieron existiendo filósofos después de ellos? ¿Por que causarse la pena? ¿Por qué sentir nostalgia por extrañar algo?

Pero si la felicidad simplemente se alcanza buscándola ¿por qué existe la felicidad pasajera? ¿Por qué es después de lograr algo que nos sentimos así? La felicidad para muchos es obtener algo (a pesar de que otros se sacrifiquen) como la joven a la que todos sus conocidos le compraron un boleto para nadar con los delfines, sacrificando así gustos, diversiones, y necesidades personales, eso no le importó a ella; ni la molestó, ni la hizo más feliz, su pasión la ciega, la deja creer que es feliz… y eso la vuelve una persona tan desafortunada.

¿Pero si la fortuna lleva a la felicidad por qué es feliz un delfín? Quizás la felicidad sea sólo un concepto que se invento como la eternidad (la cual dura sólo un momento cuando se siente) Quizás la felicidad sea simplemente disfrutar del momento, olvidarte de problemas, sabiduría, y sufrimientos por un momento, quizás la felicidad verdadera sea nadar con los delfines sólo un instante, aunque lo hayas deseado toda tu vida, aunque no sepas lo que te dicen, aunque no los escuches cantar.

Es afortunada la vida del sordo, especialmente del que nació ya con esa (supuesta) imperfección, y especialmente la del que nació en una familia rica, el que recibe apoyo, y en especial la de él que nada hoy; ahí la vio, después de una vida de querer nadar con delfines nadó hoy, sonriendo y disfrutando del momento, quien la viera pensaría que es verdaderamente feliz, como lo son también los delfines.

El sordo la vio y fue feliz, porque encontró una pasión, después de ese día su felicidad murió pero su pasión no se consumió, recordó siempre el día en que la vio, nadando con delfines, un día como hoy pero más hermoso, por siempre el día más hermoso, él no le habló porque ella no le podría contestar, ella no entendería sus señas, ella hablaba y escuchaba, ella no era parte de su grupo, ella no era ni retrasada, ni ciega. Ella nadaba en lo profundo, era de otro mundo.

Su pasión lo segó, lo dejó creer que fue feliz… y para no dejar que esa felicidad muriera, no dejó que esa antigua pasión se consumiera, y eso lo vuelve una persona tan infeliz.

Nunca la escuchó maldecir, nunca la escuchó quejase de los seres extraños que le quitaban la mitad del espacio, la mitad de la piscina, la mitad de su felicidad. De hecho ese día fue malo para ella, los tuvo que soportar, como si ello conllevara a recordar que no todo en el mundo puede ser felicidad, y eso no la dejaba ser feliz.

Ella pudo haber alcanzado la felicidad, él pudo haberse quitado esa imagen que se ha formado de ella, incluso desde el primer instante, y eso hubiera hecho que nunca la extrañara como lo hace, ¿Quién de ellos fue más afortunado ese día? Quizás la fortuna de alguien consiste en saber, o no, como ser feliz, simplemente deseándolo, quizás el más afortunado ese día fue el delfín.

Lo que podemos obtener de aquí es que nadie es feliz, quizás ni la felicidad ni el amor existen y los filósofos han estado desperdiciando sus vidas todo este tiempo, quizás todo sobre las cosas bellas han sido sólo ideas inculcadas en nuestra cabeza. Así es como todos debemos tener en cuenta que lo más inesperado siempre se encuentra, paradójicamente, en el sitio más obvio, eso es para darnos cuenta de que vivimos tan desconectados, y no dejarnos arrastrar por una mentalidad en la que todo es hermoso y daros cuenta, de que todos sufrimos de diferentes modos.


...

¿qué sentido tienen las lecciones constantes cuando pueden dejar de importar?
¿Existirá entonces una felicidad que sea permanente? ¿Hará falta un nuevo término? ¿Nunca nadie se habrá preguntado esto o estaremos perdiendo nuestro tiempo? Preguntas sin sentido para quien su pasión no sea la de filosofar, la respuesta es sencilla si no te dejas cautivar. ¿Acaso no es el amor un tipo de felicidad? ¿Acaso el amor es restrictivo? ¿Acaso el amor es fácil de conservar? Entre más escaso más eterno, parece acoplase y contradecir todo al mismo tiempo, parece ser lo que no es, no es pasión, no es deseo, no es sufrimiento; es una palabra que no se sabe usar, se confunde con feliz.

Les dejo sólo con más preguntas ¿por que no dejamos que el ser feliz nos apasione? ¿Por qué no amar la vida aunque otros la hagan ver tan mediocre?

Cosas maravillosas ocurren todo el tiempo a nuestro alrededor, pero vivimos en una idiosincrasia tal, que nos cuenta mucho trabajo creerlas. En un mundo sin expectativas, cómo podríamos creer que alguien que vio más hermoso al mundo, al menos por unos minutos, podría hacer mejor su vida.

domingo, enero 20, 2008

noches de invierno



"Se truncó la noche en áspera y feliz, en oscura y con destellos (yo creo que por las farolas)." Esta noche he vuelto a soñar con ella... está empezando a hacer frío, y el frío me la recuerda.


No sé por qué volví a soñar eso, hace mucho tiempo que no lo hacía y creía que ya la había olvidado, me han pasado muchas cosas como para ya haberla olvidado, pero despierto y me doy cuenta que caigo en la misma nostalgia que tuve el año pasado.


Es extraño pero sigo teniendo estos sueños de ella, sueños que sólo tengo cuando el frío se mete entre las sabanas y me despierta, en el único momento del día que recuerdo esos sueños, durante el resto del día no pienso en ellos, pero algo pasa cuando vuelvo a dormir y estoy tibio en mi cama que recuerdo algo de ella, no es su sensación, es más su olor, no sé por qué el olor del invierno me la trae de vuelta, un olor que me provoca un sentimiento de estar cerca.


Hay un momento que, en el frío invernal de la noche, entre sueños y recuerdos, crea imágenes en mi cabeza, donde se recuerdan cosas que nunca se vivimos, siempre en invierno. No sé por qué es diferente, pero hay algo en el aire que me hace pensar en ella, aun si sólo son ocurrencias que nunca pasaron y por las noches algunas veces he despertando riendo, por cosas como el sueño en que una noche hace años nos atraparon besándonos nuestros padres, y en lugar de regañarnos después ellos nos abrazan y besan porque son las doce y así es la fiesta en año nuevo. Lo recuerdo y me da risa; y mucha vergüenza; y me da algo de gusto que esas cosas nunca pasaron, pero lo curioso es como estas fechas me la recuerdan, aun si el resto del año no pienso en ella.


Hay sólo un momento del día en que todo parece alinearse y pareciera que sigo pensando en ella, y es cuando el frío de la mañana me despierta, y es sólo el momento entre que siento ese frío sacándome de la realidad de mis sueños o esperanzas de mis anhelos. Es en el instante en que creo que volví a dormir de nuevo, que me doy cuenta que estaba soñando con ella. Pero hay algo que me la recuerda aunque ya no la extrañe, aunque ya no sienta nada, y esa confusión se me aclara cuando despierto en la mañana y trato de salir de la cama sin pensar en el frío que me cala hasta mis adentros, mientras sin querer pienso en un extraño sueño que tuve y que casi no recuerdo para no sentir el frío, hasta que se me olvida de nuevo sin querer después de tomar mi café y ya no vuelvo a recordarlo hasta que quizás por la noche me de frío de nuevo. Y por las tardes, días, o mañanas; mientras camino y me pega el viento de frente, siento algo de eso de nuevo, y ya no lo vuelvo a olvidar aun si ya no pienso en eso, porque de todas formas vuelvo a recordarlo de nuevo sin quererlo.


No todo han sido sueños graciosos o que me gustaría recordar, muchos han sido obscuros y aunque sin maldad me he soñado corriendo bajo la luna en cuatro patas sintiendo el aire frío del invierno, como tratando de escapar de algo que no puedo recordar, y quizás esos sueños no tienen que ver con eso si no fuera porque estoy corriendo justo por la calle en que vive ella, la misma que tomaba para ir a verla. Pero estoy corriendo de vuelta, como no dejando que me vea, desesperado sin importarme que vaya corriendo como un lobo gruñente, porque es demasiado noche y no hay quien me vea. Aun así corro buscando cubrirme en las sombras, por si algún testigo sumergido en la noche pudiera haber estado observándome en este estado deformado; corriendo lo más rápido que puedo, como escapando de fantasmas evito las luces para que no me vean, tomando vueltas aun si mis patas no me responden por la velocidad a la que voy, y el frío nocturno me entume el cuerpo, y no puedo maniobrar como quisiera, y me invade una desesperación por no poderme controlar como quisiera. Y es en ese momento, que al estar corriendo, el viento jala mi pelo y haciendo más lento mi pasó ya no puedo sentir más el frío, y aunque conozco bien esa calle siento que me encuentro perdido entre un laberinto de sombras, y que entre más corro más me ahogan, y las sombras parecen cada vez más confusas, y me pierdo, y ya no siento más qué me gustaría poder volver a encontrar el camino, y volver con ella, y tengo que salir corriendo, y es en ese momento que el frío entre mis cobijas me despierta.


Son extraños esos sueños, porque me siento como un ladrón, pero yo nunca tomé nada de ella, simplemente hay algo en el olor de la tierra fría que me la recuerda, una sensación en el agua helada que la evoca, y un sentimiento en el viento fresco que pareciera decir su nombre, y me gustaría saber por qué, ya que me gustaría saber si todavía tengo alguna necesidad de pensar en ella.


Al principio, antes de que saliéramos, ya tenía sueños sobre ella que me parecían proféticos, y que en aquel tiempo me parecían románticos. Yo siempre he soñado romanticismo sobre ella aunque no lo crea, y no sólo por besos, o correr como lobo bajo el viento frío y la luna, sino por otros sueños parecidos que he tenido en época de frío, sueños en los que la veo para saber que ella es libre, y siento un consuelo, y una paz interna, y eso a veces me asusta. Cómo el sueño sobre la graduación que nunca tuve por no haber querido ir solo sin ella, en donde la veo y por alguna razón estoy allí ayudándole con los preparativos, poniendo líneas de flores enroscadas en gruesos pilares con difuminaciones rosas al lado de unas amplias escaleras, coronando un salón de baile color marfil donde sólo existen pilares que no sostienen nada, y las paredes son un cielo estrellado. No sé a dónde llevan esas escaleras pero la verdad no me interesa, porque la miro a ella, y sólo trato de ayudarla con eso lo más que puedo, mientras la música está tocando y todo mundo está bailando una música lenta, y me gustaría decirle que quiero bailar con ella, pero no le pido nada, sólo hablamos, y los dos decimos no tener pareja y al final ella acepta bailar una pieza conmigo, y despierto, porque el frío no me deja seguir dormido.


Y a veces sólo me quedo pensando sobre lo mismo, fingiendo que duermo hasta que llega la hora de despertar, y sigo pensando en eso que era un sentimiento de soledad apaciguada en el sueño mientras la abrazo y bailamos, mientras la respiro y al frío junto con ella, y siento que aun siento su aliento o tal vez es sólo el recuerdo, mientras me olvido del frío, mientras despierto y ya no pienso en eso por el resto del día, hasta que siento el frío de nuevo.


A veces siento algo de curiosidad por ella, me pregunto cómo estará o cómo le habrá ido, pero la duda no me dura mucho, no vive muy lejos de aquí así que no es verdaderamente un secreto cómo ha sido su vida para mí, en ocasiones muy fugaces me la encuentro y nos saludamos más por cortesía pienso yo, pero definitivamente no porque nos extrañemos, y la veo preocupada, como esperando que no le diga nada más que ¿Cómo has estado?, y es que ni siquiera tenemos nada que contarnos, vivimos muy cerca y prácticamente sabemos todo lo importante el uno del otro cómo para tener que preocuparnos por lo qué nos preguntamos, si es que todavía nos preguntamos algo el uno del otro.


En muchos sueños la veo teniéndome miedo, por alguna extraña razón que yo no comprendo, como en el que trato de hablarle y ella me mira como queriendo escaparse pero decide quedarse y saludarme como pensando que me debe algo, pero me mira con miedo y aun así se me queda mirando como arrepentida, sabiendo que le diré algo que no quiero saber, en la realidad también creo que no quiere estar cerca de mí, como si me mirara como a un monstruo cuando yo sólo desearía mostrarle algo de amistad, pero ya ni siquiera me siento mal por ella, ¿Cómo podría sentirme mal por alguien a quien ya no veo? Aunque tenga sueños con ella, y haya ocasiones en que riendo recuerdo cosas sobre ella, porque sé que está casada con otro desde hace mucho tiempo, y porque no tengo ninguna razón para visitarla.


Aun así tengo este sentimiento cada año desde hace mucho tiempo, cada que se acerca el invierno, no sé si es el olor en el viento, o el frío lo que en verdad me la recuerda. Pero por alguna razón estos días termino pensando en ella, y sólo me gustaría topármela en la calle, sonreírle, me gustaría ir a su casa y pedirle a su familia permiso para salir un rato con ella como cuando éramos novios, si no fuera porque ahora es ella la mamá de los niños; y asegurarme de que está tan felizmente casada. Me gustaría ir por lo menos con ella y decirle que yo también soy muy feliz, sólo para que no se preocupe por mí, y no piense que me quedó debiendo algo, o me diga si yo le quedé debiendo algo a ella.


Aun así tengo estos sueños, en que la encuentro mientras por las noches voy corriendo como un lobo pensando en ella, y ella al verme no siente más que terror, son muy curiosos esos sueños en los que me pierdo, porque recuerdo esconderme en la escuela que estudiamos, y es muy noche y no puedo ver nada, pero yo la puedo oler a ella y se donde esta, y yo soy el que no tiene pareja y ella lo sabe, y al encontrarme me mira preocupada como esperando que no le hable sobre algo, en esos sueños soy yo el que no está casado, y no tengo a Anabel que siempre se levanta más temprano preparando café, levantando el frío. Y me deja soñando sobre cosas que nunca pasaron.


Recuerdo esa víspera de navidad cuando aun no éramos novios y salimos a pasear, ninguno de los dos pidió permiso, sólo salimos a pasear en el frío, no importaba mucho, vivimos cerca y sólo salimos a platicar, recuerdo que esa noche le dije lo que sentía por ella quizás animado por el del tiempo, y ya ni sabía lo que sentía de lo entumido que me tenía el frío, recuerdo haber perdido algo ese día del miedo que sentía, ella me entendió aquel día, y recuerdo que si no la besé, fue porque me dolía la garganta y no la quería contagiar, y en ese momento nuestras familias nos hablaron para ir a cenar, después de eso fuimos felices un tiempo hasta antes de acabar la escuela, o quizás un poco antes, no recuerdo bien el momento que nos separamos, creo que nunca estuvimos juntos en realidad, sólo fue algún tipo de romance invernal.


Ahora cada invierno la espero, no a ella, sino a las noches frías , en la que salgo con cualquier pretexto, o sin que mi familia se entere, para poder ir a pasear; en el frío cerca de su casa pero sin entrar; viendo las luces de su cuarto, para entrar en su casa y poner algún regalo debajo de su almohada, y luego salir corriendo, corriendo sólo un par de calles hasta mi casa nada más, corriendo lo más rápido que puedo aunque el ruido de mi abrigo me parezca infernal porque me podría delatar, y el frío no me deja correr sin tropezar. Y aunque alguna poca gente me vea, no importa porque corro entre la oscuridad, sólo siguiendo el brillo de la luna que en ese día siempre me parece guiar, entrar y apagar, besar a mi esposa que quiero tanto y quitarme el frío que ya no quiero soñar más.

viernes, enero 11, 2008

perfumes rotos



Pasaron varios días hasta que alguien cayó en la cuenta de que los sueños habían desaparecido Era ya de noche, era una de esas noches curiosas y tranquilas donde todo parece más apacible y quieto de lo que suele serlo, era una noche con cierta esencia en el aire que invitaba a pensar en viejos recuerdos, y a romper con el forzoso habito de todos los días, que ahora termina haciéndote caminar por una noche cualquiera, haciéndote seguir aquel aroma de una nostalgia que podría ser pasajera si no fuera porque es muy tarde para regresar a la rutina diaria que debió darse ya por terminada, y sabes que es demasiado noche ya para que importe y comprendes que no es la luna llena, ni el hecho de resignarse a perderte parte del siguiente día cualquiera lo que te tiene yendo por un camino del que aun no vislumbras ningún futuro, pero que por lo único que entiendes, terminará dándote algo que has buscado por mucho tiempo, un alivio.

Era una noche de esas con un viento frío pero de esas en las que sientes que no necesitas un abrigo, de esas obscuras y tenebrosas que te darían miedo si no fuera por que ese camino te hace sentir vivo, y ésa noche prefieres caminar entre las sombras, una de ésas noches que parecen tan viejas en tus recuerdos que al tratar de buscarlas de nuevo de pronto recuerdas nunca haber vivido, has caminado cien veces por el mismo rumbo pero es la primera vez que te encuentras solo en ésta calle, y puedes llegar a creer que te encuentras solo en el mundo.

Una noche perfecta para ajustar cuentas, en las que parece que nada importa y que todo se renueva, una noche que podría haber sido muy esperada por muchos, y tan insignificante para tantos, pero que después de todo es perfecta como cualquier otro final para el día en un sitio cualquiera, un día que en algún lado tuvo que haber estado lleno de desilusiones o sueños, pero que aquí, ésta noche, terminó oliendo a tierra, y dulce de flores, terminó oliendo a eso que te trae tantos recuerdos de cuando eras niño, recuerdos que no recuerdas nunca haber vivido mas que por el aroma de una época que nunca has comprendido, recuerdos en la época de los sueños, de las añoranzas y miedos viejos de antaño en los que ya no has creído, pero que regresan porque más que acabar tú con tu pasado éste es, el que ésta noche te a consumido.

De noche por el frío sin saber nada más que el camino es como te encuentras con esos lugares en que recuerdas pero en los que ya no piensas, mas que por un aroma y es ahí cuando reflexionas, en lo que pudo haber sido, y niegas lo que es, y esperas encontrar una respuesta para lo que será aunque no te lo has preguntado.

Caminando por la noche es la forma en la que encuentras esos sitios a los que nunca pensabas regresar aun cuando ya has sido parte de ellos, caminar por la noche es un estado natural del alma, sin miedos, ni esperanzas, y en el que no te preocupas hasta llegar a tu destino, una casa común que por pura suerte sigue alumbrada pero en la que sabes no encontraras nada más importante de lo que podrías encontrar en una de sus ventanas, la busca y la encuentra como quien nunca la ha perdido, y empiezas a dudar de su buena suerte si es que alguna vez la ha poseído al encontrarla iluminada, y en ese momento se convence, de que buena o mala, la suerte nunca ha existido.

Y en lugar de preguntar ¿por qué sigues despierta?, sólo dice –Hey ¿cómo has estado?-

Adentro del cuarto la primera reacción de ella es asustarse, y como quien ve a un gato maullando corriendo de la oscuridad salta sorprendida, pero es el mismo momento del brinco lo que le toma para reconocer la voz y caer de nuevo convencida de la visita inexplicable que la viene a saludar.

-¿te asusté?-
-¡no!, es sólo… que no esperaba verte-

Él suspira y después le sigue diciendo desde la ventana –síiii, en realidad yo tampoco sé lo que hago aquí… simplemente, mientras regresaba a casa, no quise entrar, no quise…- dijo sin poder terminar de decir y levantando las manos con un gesto de desesperación.
-y te decidiste a verme-
-no, en realidad fue algo qué pasó sin que lo llegara a pensar, simplemente… Voy caminando y te encuentro entre mis recuerdos, y sin darme cuenta regreso aun sabiendo que no tengo nada a que regresar… yo sólo, venia pensando en muchas cosas del pasado, recuerdos de cuando era niño y esas cosas, ¿sabes a lo que me refiero? A aromas de perfumes y galletas, y otras cosas que he querido y que ya no recuerdo… pero al menos a ti puedo verte todavía…-

Ella sólo hizo un ruido con la garganta, desde adentro del cuarto, mientras hacía un gesto de lástima, o de tristeza, era difícil saber lo que significaba, se sentó en su cama y golpeándola lo invitó a pasar y sentarse, él dijo no moviendo la cabeza.

Ella dio un recóndito suspiro y desde una parte intima de su alma le dice –lo lamento, nunca quise que estuvieras~-
-No quiero oír que lo lamentas, nunca quiero que pienses que tomaste una mala decisión por lo que hiciste, tú estás con quien amas ¿no?, no quiero que estés triste por mí, tú puedes elegir a quien quieras, lo que quiero es que seas feliz-
-pero tú. Yo sé… no quise que te sintieras mal, que te sintieras solo, sé que es en realidad importante para ti ser parte de alguien más, y no sé como te puedo ayudar, traté pero ahora~-
-presentarme a tus amigas no me va a ayudar- interrumpió él –nadie es como tú, nunca voy a volver a encontrar a alguien parecida a ti, nunca te voy a poder reemplazar-

Guardan silencio en su lugar hasta que ella encuentra que decir –tú fuiste muy importante para mí, conociéndote me di cuenta de lo que quería, de lo que ¡yo!... Me enamoré, pero no fue de ti… y fue difícil para mí, pero encontré lo que siempre quise, y entre lo que siempre quise no fue dejarte a ti con miedo de de volver a amar-
-no-
-¡SÏ!-
-El tiempo transforma el amor en casi nada-
-¿Pero cuando será eso? ¿Cuánto tiempo tiene que pasar?, yo sigo lamentando lo que te hice no sólo por lo que nos pasó, también porque veo que no lo puedes superar… y no se como te puedo ayudar…-
-¿de vez en cuando te acuerdas de mí?-
-¿qué?-
-¿me has recordado alguna vez?, ¿sin sentir lástima?-
-hmm…-
-¿así que te hago sentir mal?, entonces ya no quiero ser inocente-
-¿inocente?-
-síii, jugaré a la victima para que te puedas sentir mejor, seguramente habrá un día en el que puedas decir que no sientas lástima de mí así-
-hmm… lo lamento-
-Ya no es suficiente lamentar, me estoy empezando a sentir mal, ¡me dejaste!-
-¡basta!, ¿es broma o qué? -
-¿basta con qué? Me hizo mucho daño no enojarme contigo-
-… ¿en serio?-
-¿es lo que querías escuchar no?-
-… dime la verdad… ¿cómo has estado?-

Él suspiró hondo tratando de inspeccionarse para poder contestar, pero desde afuera en el frío, sólo pudo sentir el aroma de su cuarto -de repente ahí algo que me tiene muy confundido, me he sentido últimamente como muy vívido, aunque no han pasado cosas buenas o demasiado importantes en mi vida… al menos así lo quiero creer para no perder el sentimiento de que tenía algo bueno antes de éste día, o antes de ayer, o antes de lo que pasó, antes de venir a éste lugar de nuevo sin ninguna razón a la que pueda culpar mas que una nostalgia que me hizo desear salir a pasear, sólo caminar, para tratar de recuperar recuerdos, no de ti, no sólo de ti, sino de mi madre y de mi padre, y de mis hermanos en mi infancia, y nunca perder la sensación de que he tenido mejor… algo bueno, recuperar algo de lo que he perdido para aferrarme a eso hasta el final, no sólo de ti sabes, sino de todo lo que ya no estará-

La puerta del cuarto suena y la voz de alguien del otro lado pregunta algo que él no puede escuchar claramente, pero a lo que ella responde –ES DANIEL-
La puerta se abre y la madre de ella entra con una cara angustiada y después su padre también preocupado, ambos se acercan a la ventana y le dan un abrazo y sus condolencias, después los dos hermanitos de ella al pasar por la puerta, al mirar la escena, también entran y repiten de manera menos mecánica y más sincera lo que estuvieron haciendo ya toda la tarde, no dicen nada, sólo lo abrazan y los dejan, ella se levanta de la cama y apaga la luz de su habitación, se acuesta en la cama, y le dice a él todavía estando afuera –en la tarde no tuvimos mucho tiempo para platicar-
-había muchos socios con los que tuve que hablar… era un momento en el que no me podrían rechazar para seguir en el negocio, es lo que mi familia hubiera querido, fue el negocio de sus vidas, pero te agradezco haber ido al funeral, fue muy importante para mí verlos a todos ustedes, en serio. Gracias-
-de n…- ella no pudo terminar de decir “de nada” -soy tu amiga, cualquier cosa que necesites estaré allí, te lo prometí, siempre estaré para ti-
-sí, creo que cuando lo dijiste… me pareció que era por lástima… ¿fue por lástima que dijiste eso?-
-¡No!, eres mi amigo y siempre podrás~-
-sí, sí, sí, sí, sí; siempre podré contar contigo, ya lo sé…-
-¿cómo te sientes?-
-¿Cómo te sentirías tú si perdieras a toda tu familia?-
-…-
-Perdón, no quisiera que te imaginaras algo así… y si pudieras me gustaría decirte que no te sientas tan mal, me gustaría decirte que conmigo siempre podrás contar y todo eso que me dices tú, quizás tengas razón, no tengo razones para sentirme tan mal, si tú fueras la que estuviera en mi condición no me gustaría que sintieras lo que yo siento, en realidad creo que no estoy tan mal. Podré hacer muchas cosas buenas con la herencia de mi familia, como tú dijiste, “coleccionar dinero es patético”, en realidad no creo que nadie necesite tanto dinero para tenerlo guardado, seguro podré ayudar en muchas causas… además ahora soy casi dueño de la agencia… tengo muchas cosas de que ocuparme…. En realidad creo que me espera mucho trabajo ahora, algo en que mantenerme ocupado… algo en que ocuparme… para no preocuparme, para no sentirme triste, para no sentir que esto de adentro sale y me ahoga, porque después que me dejaste, hay algo adentro de mí que me sofoca. Creo que me hizo mucho daño no enojarme contigo, y lo que quizás creía nostalgia era en realidad un coraje enterrado adentro en el alma, y no he llegado aquí sólo por perderme caminando, sino porque quisiera mostrarte algo, quizás que estoy bien, quizás no quiero que te preocupes por mí, aunque ahora creo que lo he venido buscando es… No sé… quisiera mostrarte un poco de desden por tu recuerdo en mi alma, decirte que no soy feliz, que desde hace mucho tiempo quisiera llorar por ti y que no puedo, porque siempre te encuentro diciéndome que todo estará bien y que sigues siendo mi amiga; y ahora eso ya no me deja llorar ni siquiera por ellos, aun cuando de ti ya sólo tengo un recuerdo… quisiera darme cuenta de que no todo tiene que ser bueno, y llorar un poco… por los recuerdos.

No todos los finales tienen que ser buenos, ésas cosas que con arrogancia se dicen de que siempre todo estará bien, o de que las cosas no siempre podrán estar mal, son dichas sin saber, quizás alguien tan positiva como tú no me pueda comprender… pero eras tú quien lo debería de saber, el amor no siempre lo puede todo, y un recuerdo nunca es suficiente, nunca un sueño será mejor que un aliento, nunca dejar de llorar será mejor que decir que nada va mal, somos humanos y tenemos que aprovechar esa capacidad… me estoy dando cuenta de muchas cosas,,, sobre los recuerdos y promesas,,, ¿y sabes qué?, te libero, te libero de tantas promesas dramatizadas que te sentiste obligada a realizar, ahora me doy cuenta de que si todavía algunas veces de mí todavía te acuerdas, no te deberías sentir obligada a exagerar por unas palabras que en algún tiempo te pareció correcto pronunciar, la verdad es que te deberia olvidar también a ti, aprovechar éste sentimiento de vacío para empezar una nueva vida y dejarte hacer la tuya sin que tengas que cargar con un fantasma como yo. Si voy a encontrar a alguien debe ser alguien que te deba reemplazar, necesito encontrar a alguien totalmente diferente a ti, ¿o sabes que?, eso ni siquiera deberia importar, porque si te libero y te dejo hacer tu vida, eso ya no deberia importar, si se parece a ti o si me hace sentir como lo hacías tú, o mejor, o de modo diferente pero me haga sentir bien, para poder ser feliz, sin tener que pensar en alguien que para mí es ahora otro fantasma… y poder ser feliz, y así alguna vez te acordaras de quien fui y dejarás de sentir pena por mí-

Él se va en la oscuridad entre la que ya no pudo notar si ella estaba dormida.

viernes, enero 04, 2008

Fines del mundo


-Los muertos no necesitan aspirinas-
-Obiamente no- respondio ella, casi sin pensarlo -necesitan un ataud o...una urna- es como lo basico.
-¿Recuerdas cuando el mundo se acabo?-
-sí… o mejor dicho no, no recuerdo el momento exacto en el que pasó-
-Creo que fue cuando llegamos a cuidar el faro… ¿recuerdas lo joven y bonita que era yo entonces?-
-todavía eres muy bonita- le responden dándole un beso en la frente, en la tenuidad entre oscuridad. Están acostados en un cuarto sin ninguna decoración, de paredes con bloques grises, casi blancos; la pared de la cabecera de la cama de sabanas blancas, es de una forma cóncava singular, es parte del círculo exterior de la torre del faro que alumbra afuera en la noche, y su oscuridad.

-Lo dices porque no te queda de otra aquí atrapado conmigo-
-¡SIGUES SIENDO MUY BONITA! ¿Qué, es tan difícil aquí la vida conmigo que ya te sientes vieja?-
-Sentí que envejecí mucho aquí los primeros días tan lejos de la ciudad y de mis tratamientos de belleza- Ahora ella le da un beso a él –Pero tú sabes que yo odiaba todo eso, tanta vanidad, tanta envidia… lo más difícil fue al principio al adaptarme, a este lugar, y a ti-
-¿tan insoportable fui?-
-Sí- Dice ella con una sonrisa entre dientes –Pero también fue difícil que te acostumbraras a mí, yo lo sé. Trataba de actuar insoportable, era la única forma en que sabía actuar-
-cualquier diva hubiera actuado igual, además estabas desesperada por regresar a la ciudad-
-No, te dije que odiaba eso-

De pronto el rayo de luz que giraba afuera se llega a apagar, y la pequeña costa rocosa de la que resalta la torre del faro blanco, queda de nuevo en oscuridad.

-El faro se volvió a apagar-

Ellos salen del cuarto y suben por escaleras de caracol pasando por encima de su habitación
-Recuerdo que antes ni siquiera podías hacer esto solo-
-siempre es mejor cuando tú estas aquí y me ayudas-
-Te podía ayudar muy poco cuando te tropezabas y te caías- dice ella riéndose irónicamente, y se detiene al verlo tropezar pesadamente con la escalera -¡Sigues dormido! No tienes por qué venir conmigo, yo puedo hacerlo sola, fui yo la que descubrió este lugar en primer lugar, eres tú el que me ayuda-
-encontraste el faro pero fui yo en primer lugar quien decidió hacerse cargo del lugar-
-No muy bien déjame recordarte… me preocupaste cuando no regresaste, nadie del pueblo quiso ayudarte, todavía ahora te ayudo a que no te mates…-
-sí, gracias por quedarte…-
-Me parece importante lo que haces-
-pensé que te daba miedo la gente del pueblo-
-Bueno… te acostumbras a ellos, después de un tiempo, pero cuando encallamos tenía una necesidad urgente de que nos rescataran-

-querías volver a tu casa, con tus lujos, eso era lo importante, no el faro-
-Pero después me enamoré, y me quise quedar-
Van subiendo por las escaleras que los hacen girar dentro de la torre sobre sus habitaciones, varias veces, sin poder recordar el momento exacto en el que el mundo se terminó, y sólo el faro empezó a importar. Repitiéndose varias veces para ellos que ella sigue extrañando la ciudad, pero dice amarlo porque así el tiempo pasa menos amargo; y él, que está con ella sólo porque la ama verdaderamente y no tanto porque le parece bonita; los dos sabiendo, que para ambos su amor es un consuelo, y esperando que algún día, tantas noches de luna llena, sean sólo un sueño. Como esa noche, ya hace muchos años, en que vieron aviones alemanes y creyeron que los habían rescatado, después entraron los nazis al faro disparando.

Afuera la luz vuelve a encender y el rayo vuelve a girar, no alejando a la oscuridad, sólo mostrando un punto de luz distante, sobre un pueblo en la isla que en la noche pareciera abandonado, y una costa con un bote antiguo encallado, al ras de un mar apacible y lejano. Sobre el océano tranquilo y callado, solo el halo de la luna alumbrando desde el horizonte, sobre una infinita planicie de agua, y a la distancia, nada más.