sábado, diciembre 29, 2007

Aqui en Navidad...



Ésta iba a ser una navidad diferente, yo se lo había prometido. Eh hecho una promesa y tengo el deseo de cumplirla, sin importar cuánto esfuerzo me tome.

Es una noche obscura y sin ruido, aunque es navidad no parece que allá fiestas, yo no tengo nada que festejar de todas maneras.

Voy caminando por las calles silenciosas y no sé qué horas de la mañana serán, sólo buen viaje y feliz navidad, es lo único que me han dicho desde entonces, desde que empecé el viaje más largo de mi vida en aquella Terminal.

Una mochila en la espalda es lo único que me hace tardar, si fuera cualquier otro día ya me hubiera cansado de caminar, no tengo dinero ni siquiera para un taxi ya, no después de todo lo que pasé para poder estar en este lugar, de cualquier forma eso no es lo que me preocupa, ya ni siquiera tengo miedo por la inseguridad, no siento ni mis manos por el frío, ni mis pies que deberían estar doliendo, no siento nada, sólo quiero llegar y seguir.

Sólo es cuestión de tiempo, camino viendo la ciudad en la oscuridad, o quizá sus luces que en esta noche parecen tan especiales por el viento frío y la humedad, y disfruto del frío por qué es lo único que me deja llegar ahí, miro mi propio aliento en la luz de los faros de la calle y me pregunto ¿Cómo es posible que en una noche como esta no allá nadie en las calles mirando esto? el cielo está muy hermoso, hasta las estrellas parecen estar arregladas como festejando algo, un cumpleaños, del que ha influido más en la vida de la personas que todos los ejércitos que han marchado, y todos los barcos que han navegado.

Decir que sólo fue un hombre es como decir que Dios es un artista, quizás un artista podría describir la sensación que tengo, pero necesitarías verlo y sentirlo para saber lo que se siente estar aquí, esta noche, bajo estas estrellas que festejan, a quien no sólo murió por amor, sino que lo dejó todo por ello, y lo defendió.

Yo no podría hacer eso, aunque después de todo el fue el que murió por mí, y ahora se lo agradezco, aunque no haga un festejo, se lo agradezco de corazón por entender su ejemplo, yo también dejé todo lo que tenia y ahora estoy aquí por amor, y aunque sé que a veces podré extrañar algo, pero por nada de lo que dejé atrás me arrepiento, y me da gusto encontrar dentro de mi helado cuerpo un sentimiento de paz y consuelo por saber que hice lo correcto, y me doy cuenta de que no estoy vacío, ni soy un tonto por lo que hice, y no sólo siento el viento frío, ahora de verdad me alegro por estar aquí.

Mientras me acerco al brillo de la luz de una ventana, proveniente de un árbol de navidad que no estaba aquí el año pasado, me doy cuenta de que es gracias a él que estoy aquí, pues si no fuera por la voluntad divina, inclusive en contra de todos mis esfuerzos yo no hubiera podido estar aquí.

Este año puso árbol, con su promesa a cumplido, me quedo afuera simplemente esperando en el éter de mi aliento suspendido entre esta luz y la oscuridad, solo esperando en el frío, y la oscuridad, bajo la luz de un árbol de navidad como hemos prometido, adentro en la casa parece que todas las demás luces están apagadas, y no escucho ni un sonido, yo me he retrasado mucho por lo que seguramente ya se a dormido, pero antes de entrar me quedo mirando las estrellas, porque cuando entre, entrare a festejar, pero también entrare a festejar la razón por la que ellas parecen contentas, y porque por primera vez creo que festejo lo que estas fechas significan.

No me preocupa hacerla esperar un poco más, porque después de esto todo se arreglara, seguramente ella se abra decepcionado de esperarme hace unas horas y ahora ya se habrá dormido, pero cuando entre ya nada volverá a ser igual, si la vida me hizo esperar tanto para esto yo puedo hacer esperar a la vida un minuto más, así que espero, solo un momento, bajo la vista y me decido a entrar, pero ella está ahí viéndome, desde hace no sé cuánto tiempo.

-¿te cansaste de esperar?-

-no- responde ella rápida y tranquilamente, y después de verse a los ojos por un momento, alejados y sin moverse de lugar ella le dice -me da gusto que estés aquí, ¿fuiste al árbol?-

-no… era muy tarde y a mi paso no hubiera llegado antes del amanecer-

-yo no fui de todas maneras… no creí que vendrías-

-Te prometí que estaría aquí en navidad, tú también has cumplido, vi la luz de tu árbol por la ventana, es un bonito árbol, esa era la parte de tu trato, que decorarías éste año-

Ella sonríe y mueve la cabeza como sintiendo vergüenza, por un instante duda lo que va a decir, pero después de un momento y con un poco de pena responde –al bebé le podría gustar, ¡es decir!, si lo pudiera ver desde aquí- dice ella tocándose el vientre –¿estás seguro de que quieres estar aquí?-

-dejé todo lo que tenía por estar aquí hoy como te lo prometí, y lo volvería a hacer por que vale la pena- dice mientras se acerca a ella –estar aquí, y estar contigo, y cuidar a tu hijo- le dijo mientras abrazaba lo más cálido que había tenido desde que inicio su viaje para muchos sin sentido –yo te quiero, yo siempre te he querido, ¡yo TE AMO!, y no dudes que amo también a tu hijo, incluso si sólo porque es tuyo yo quiero ser su padre- le dijo con pasión, y con firmeza, y casi llorando de la emoción.

Ella también lo abrazó y casi lloró, trato de no llorar pero no lo evito, y le pregunto -¿Lo dices de verdad? ¿Lo dices seguro de lo que esto significa?, sabes lo que encontraras conmigo, yo no te quiero obligar-

-tú nunca me obligaste a nada, te lo digo de corazón, porque no hay forma de la que me pueda arrepentir de estar aquí, conocemos lo peor de los dos, yo no vine buscando más cualidades o grandeza de la que ya tienes-

Ella lloro primero porque la duda era muy dolorosa y la quería estrangular, ahora lloraba de felicidad por una esperanza que parecía bien encaminada por sobre más allá de su voluntad.

-si nos damos prisa tal vez todavía podemos llegar para ver las luces del árbol de navidad en la plaza central esta noche-

-no importa, ya estuvimos allí hace más de un año exacto, además, el sol ya salió para nosotros, te prometí que hoy vendría aquí, y ahora te prometo que me quedare, y que lo veremos esta noche que viene, y cuando quieras durante el tiempo que lo dejen ahí, y todos los años que vienen, mientras todavía es navidad-

....






alguien me dijo alguna vez...

“si quieres hacer a Dios reír cuéntale tus planes”

domingo, diciembre 23, 2007

Una carta desde el manicomio...


"No me gustan nada las cosas nuevas", siempre dicen que sera para bien, pero como saberlo si son nuevas. Cosas nuevas, cosas viejas... no hay mucha diferencia, siempre son cosas.

En la noche sera nochebuena, y muchos tendran cosas nueva. Quiza yo pueda pedir algo. De niño escribia mi carta a papa Noel, y siempre recibia lo que deseaba. Quiza el pueda encontrarme aqui y traerme lo que deseo.

Querido papa Noel:

Hoy me he portado bien durante todo el año, casi no me he cortado mucho este año, he tomado mis medicamentos, he ido a terapia con los amables psiquiatras del centro psiquiátrico en donde me encuentro, he desistido suicidarme durante el año, he sido firme en mi voluntad, los guardias ya no me tienen miedo ya no los he golpeado en siete meses, ahora hago ejercicio en mi tiempo libre o cuando estoy aburrido.

Los doctores me mantienen en observación y ya puedo recibir visitas siempre y cuando un guardia este en la habitación, ya puedo hablar por teléfono con mis padres y amigos claro es inalámbrico, también puedo tener libros en mi habitación, muchos les llaman celdas, yo lo veo como mi habitación, un cuarto para mi solo.

En octubre pasado cumplí 27 años y mis padres y amigos vinieron a verme me trajeron un pastel enorme y me cantaron feliz cumpleaños, trajeron refresco, botanas, serpentinas, espantasuegras y sombreritos. Además con la ayuda de los guardias y del personal psiquiátrico jugamos un rato y vimos televisión. Me regalaron libros, unos muy buenos libros.

Como me he portado bien este año te pido una foto de mi familia en un pequeño marco para poderlo poner en mi cuarto y ver que gracias a ellos estoy logrando salir adelante. Ya que lo haré por ellos…

P.S. Procura traerme mi regalo y dejarlo debajo del árbol que pusimos entre todos.

P.S.2 Las galletas y tu baso de leche están en la cocina porque no puedo ir hasta aya.



Un día después de navidad.

En la mañana de navidad le trajeron su regalo envuelto en un papel de color verde con un moño rojo. Su alegría fue tanta que su rostro se ilumino y dio un abrazo a los doctores que le rodeaban en ese turno de mañana.

Por fin los doctores estaban viendo que un paciente salía adelante y las terapia daban resultado con el, su entusiasmo era tal que no lograron ver que el cuadro tenia una protección de cristal en lugar de plástico. Fue un error del vendedor.

Papa Noel se entera que nuestro amigo se suicida.

Los guardias lo encontraron muerto en medio de un charco de sangre. Se corto las venas de las muñecas y del torso de las manos. Con su propia sangre escribió en la pared "perdónenme"

domingo, diciembre 09, 2007

Un otoño mas y nada es igual...


“Cuando se quiso dar cuenta, era otra vez otoño.” Ya no era el mismo desde aquel otoño. Un año había pasado; un año que sin darse cuenta lo había cambiado.

A lo largo de ese año y de su vida había ido, sin apenas ser consciente, atesoro un frondoso suelo cubierto de hojas secas. Hojas que después de darle su verdor y su fresco, habían caído dando pasó a brotes nuevos, que arraigaran en el árbol de su existencia

Había sido un año difícil, mientras que los colores de las hojas caídas tapizan suelos de incipiente vida en los árboles viejos. Un otoño frío, entre ocres y amarillas, hojitas sueltas, lánguidas volanderas.

Era momento de aceptar lo sucedido, se había quedado solo por su culpa y por la de nadie más. Y no extrañaba por sentimiento, extrañaba por conciencia. Al fin había llegado el momento de entenderlo todo. Había que dejar de preguntarse que había hecho mal, no tenia caso, no tenia fin.

Había entrado a su vida sin preguntar, lo había confundido tanto. Tantas cosas al mismo tiempo pareciendo coincidencias, generándole pensar tantas cosas absurdas; cosas absurdas que para él si tenían sentido.

Su comportamiento había cambiado poco a poco, no era el mismo, sus ideas no eran iguales, había recordado que todo es relativo.

Estaba sufriendo, pero ya era hora de superar ese dolor. Sabe que no será fácil, y al final sabe que nunca nada será igual. Lo sabe, por más que piense que algo ha vuelto a la normalidad, la verdad es que estará equivocado. Podía que las cosas mejorasen, o que se pusieran peor, pero todo estaba en el.

Ahora más que nunca lo comprende…debió haber cambiado cuando pudo, debió haber disfrutado su felicidad mientras la tenia.

Quizá barrer hojas ahora no serviría, pero había que aprender de ellas…