miércoles, enero 14, 2009

El escritor


"Tengo un amigo escritor al que le gusta llevar la contraria." En su infancia su madre le decía – mijo no raye las paredes – y es lo único que hacía, pues para el no eran rayones, eran un escrito mas en un muro que según el alguna vez seria leído, que los demás no le entendieran no le importaba, pues se daba cuenta que era lo que le gustaba hacer.


En las noches, su madre le contaba cuentos para arrullarlo mientras esté se dormía, pero él no sentía que eso fuese dormir, era el tiempo donde más cosas sorprendentes vivía. Un día iba a la espacio, otro día era una hormiga que tenía que cruzar un gran charco con una hoja, mientras que otro día era un ave que surcaba los aires conociendo diferentes lugares y así le sucedía todos los días.


Fue creciendo y en verdad a él nunca noto una diferencia en sus gustos. Podía alcanzar las cosas de la mesa, hablaba con otras personas, hasta podía cuidarse por sí mismo en una ciudad que no conocía y donde no conocía a nadie, pero nunca pudo independizarse de su gusto por escribir. Gusto que saboreaba en cada rato libre que tenia, mientras no estuviese algo que leer o algo en que pensar seriamente antes de escribir su pensar.


Sus padres lo apoyaban, ellos ponían todo de su parte para que su hijo fuera feliz, sin dejarle de inculcar cada cosa que podían. Gracias a ellos, él conoció el arte, la literatura, los libros y los sueños. Cosa que hizo que continuara llevando la contraria, pues el sabia que vivía en una sociedad en la que menos gente leía, gente que prefería ver televisión o jugar algún videojuego, pues la mayoría aborrecían los libros, la escuela, el arte y la cultura. Una sociedad donde el habito de lectura y estudio se han ido perdiendo.


Sabiendo que poca gente aun leía, él le gustaba dar parte de si para que leyéramos sus desveladas, sus horas frente al teclado, sus tazas de café, algunos cigarros y dejando un pedazo de su alma en cada palabra. Fue así como él se convirtió en alguien que dedica su vida a las letras, que lee y escribe, que escribe y lee, así es su vida.


Con su imaginación va hilando palabras sobre una hoja, consumiendo renglón tras renglón, hasta crear páginas llenas de misterio, aventura, romance, magia y terror, nos cautiva a todos con su vida, sus sueños e incluso con sus pesadillas.

Solo necesita papel y pluma o un teclado en estos tiempos modernos , en ocasiones un café para esas noches en las que esta inspirado, donde el tiempo se detiene y la tinta corre.


...


Los escritores, nacen, escriben y mueren para que los lean.

5 comentarios:

Rebeca Gonzalo dijo...

Me ha gustado. Creo que a todos nos ha dado más o menos por lo mismo: indicar una profunda y sincera pasión por escribir. Te leo.

Miriam dijo...

Que bonita conclusión, y que verdad en tus palabras ;)

Virginia Vadillo dijo...

Me encanta esa parte de niño de tu escritor, rayando las paredes sin que nadie le entienda. Supongo que esa parte suele quedarse, siempre queda algo que no se entiende en lo que se escribe, creo yo...

Paula dijo...

Qué placer dedicar la vida a escribir y a leer! Me gusta mucho el final.

Unknown dijo...

A mí me encanta leer me pareció muy bonito el cuento ;-)
Es mejor leer que la tecnología 😉☺💜