domingo, diciembre 23, 2007

Una carta desde el manicomio...


"No me gustan nada las cosas nuevas", siempre dicen que sera para bien, pero como saberlo si son nuevas. Cosas nuevas, cosas viejas... no hay mucha diferencia, siempre son cosas.

En la noche sera nochebuena, y muchos tendran cosas nueva. Quiza yo pueda pedir algo. De niño escribia mi carta a papa Noel, y siempre recibia lo que deseaba. Quiza el pueda encontrarme aqui y traerme lo que deseo.

Querido papa Noel:

Hoy me he portado bien durante todo el año, casi no me he cortado mucho este año, he tomado mis medicamentos, he ido a terapia con los amables psiquiatras del centro psiquiátrico en donde me encuentro, he desistido suicidarme durante el año, he sido firme en mi voluntad, los guardias ya no me tienen miedo ya no los he golpeado en siete meses, ahora hago ejercicio en mi tiempo libre o cuando estoy aburrido.

Los doctores me mantienen en observación y ya puedo recibir visitas siempre y cuando un guardia este en la habitación, ya puedo hablar por teléfono con mis padres y amigos claro es inalámbrico, también puedo tener libros en mi habitación, muchos les llaman celdas, yo lo veo como mi habitación, un cuarto para mi solo.

En octubre pasado cumplí 27 años y mis padres y amigos vinieron a verme me trajeron un pastel enorme y me cantaron feliz cumpleaños, trajeron refresco, botanas, serpentinas, espantasuegras y sombreritos. Además con la ayuda de los guardias y del personal psiquiátrico jugamos un rato y vimos televisión. Me regalaron libros, unos muy buenos libros.

Como me he portado bien este año te pido una foto de mi familia en un pequeño marco para poderlo poner en mi cuarto y ver que gracias a ellos estoy logrando salir adelante. Ya que lo haré por ellos…

P.S. Procura traerme mi regalo y dejarlo debajo del árbol que pusimos entre todos.

P.S.2 Las galletas y tu baso de leche están en la cocina porque no puedo ir hasta aya.



Un día después de navidad.

En la mañana de navidad le trajeron su regalo envuelto en un papel de color verde con un moño rojo. Su alegría fue tanta que su rostro se ilumino y dio un abrazo a los doctores que le rodeaban en ese turno de mañana.

Por fin los doctores estaban viendo que un paciente salía adelante y las terapia daban resultado con el, su entusiasmo era tal que no lograron ver que el cuadro tenia una protección de cristal en lugar de plástico. Fue un error del vendedor.

Papa Noel se entera que nuestro amigo se suicida.

Los guardias lo encontraron muerto en medio de un charco de sangre. Se corto las venas de las muñecas y del torso de las manos. Con su propia sangre escribió en la pared "perdónenme"

4 comentarios:

Pugliesino dijo...

El tiempo,algo que no es ni antiguo ni nuevo,sino simplemente invisible,transcurre a nuestro lado e intentamos someterlo,incluso creemos que lo controlamos,pero un instante tan solo de descuido y este siguió su curso.Que bien reflejas el pequeño tiempo que va de la alegría al drama.Escalofriante y buen relato!
Un abrazo y felices fiestas!

Pedro dijo...

Tremendo. No me ha gustado el final, descorazona, por desgracia sucede. Supongo que no vale con las buenas intenciones, no siquiera las que salen del corazón (bien reflejadas las emociones en la carta, sí señor).


Un abrazo,


Pedro.

Anónimo dijo...

Sí que es escalofriante el relato, aunque, para mí, predecible en cuanto pide el regalo, al dar alusión al marco.

Una historia bien tejida, con la carta y los acontecimientos de después.

Puedo darte un pequeño consejo?
Mírate la ausencia de acentos. A veces cuesta mucho leer ya que sin la acentuación debida puede dar paso a la confusión verbal. Ah! Y que vaso va con V, aunque creo que debiste escribirlo sin darte cuenta.
Espero que no te moleste los comentarios.

Nos vamos leyendo!

Un abrazo y felices fiestas!

mareva mayo dijo...

me ha gustado , me ha traido muchos recuerdos..