domingo, febrero 10, 2008

Un soldado y una bruja....



“Todo sucedió en un minuto,” y lo pude comprender mientras moría. Y toda la historia regreso a mi cabeza…

Una legión, moviéndose, siempre moviéndose, nunca para nada bueno. Dicen que soy el mejor soldado del mundo, ¿y eso de qué me sirve? La guerra, incluso la magia misma, acaban con el mundo, consumen su alma. No tendría nada por qué luchar si no fuera por ella, y eso me hace recordar que todo ha valido la pena, toda la guerra, todas las muertes, y toda la magia que se uso para pelear en ella.
Dicen que es una bruja que cambió su corazón por poderes que el mismo diablo perdió, pero quien lo diga no ha visto sus ojos como lo hago yo, no ha visto en ellos su dolor, una bruja sin corazón no podría tener en sus ojos esa nostalgia desconsolada que brota por sus pestañas, los he visto hoy, antes de que llegara la madrugada, grandes y tristes mirando al valle, bañado en un rocío azul y resplandeciente antes de que salga el sol, y conteniendo su dolor.

Antes de la pelea es lo peor, siempre pienso que moriré hoy… Dicen que soy el mejor soldado que el mundo ha visto ¿y eso de que me sirve? Un ejército se encuentra del otro lado también mirando hacia aquí, pensando en lo mismo; y en odio; y en creer tener mejores razones para luchar de las que tengo yo, pero seguramente allí habrá también alguien como yo, preguntándose la razón de por qué tendremos que morir hoy. Hace tanto tiempo que esto empezó que ya no se recuerda la razón, sin embargo la veo a ella ahí, con sus grandes ojos grises mirándome por casualidad a mí, y siento que valió la pena estar aquí.

Se acerca el alba, y pienso que voy a morir, seguramente hoy moriré, siempre pienso en lo mismo y siempre he logrado sobrevivir. Dicen que soy el mejor soldado, dicen muchas cosas sobre mí, y hay 2 mil soldados detrás de mí que las creen, y posiblemente un poco más enfrente mirando hacia aquí creyendo que pelearan contra mí, y una bruja sin corazón.
Se acerca la hora, y se escucha el estruendo, parece un trueno pero son los soldados corriendo, son las armas, son mis propios pasos, mis esperanzas para un mundo mejor y perfecto, soy yo escapando de mí para entregarme al coraje y la pasión; cortar, matar, y ver la sangre sin sentir pena o dolor, ver a los ojos de quien estoy matando sin perderme en su furia, o lastima, y seguir matando. Me hieren… y siento que ese pudo ver sido un buen momento para haber muerto… pero es una herida leve; puedo seguir matando sin ninguna razón. Dicen que soy el mejor soldado que el mundo ha visto, pero soy yo el que ya no tiene un corazón, en cambio ella, ella es la luz del sol, ella puede ser tempestad y tormenta pero también volcán y tierra, ella es amor y dolor, y todavía siente pena… la veo mientras peleo, y pierdo mis ganas de combatir cuando ella me podría estar viendo, bajo mi arma y lo pienso, y me da pena que me viera morir, quizás por protegerla a ella, así que levanto mi arma y me defiendo, porque todavía siento que vale la pena seguir viviendo…
Después de un rato me es tan difícil seguir así, primero porque veo que ella no me necesita para defenderse, y en segundo porque me hirieron de nuevo. El mundo parece moverse tan lento cuando crees que vas a morir, pero sigo aquí, apretando la tierra para no irme, no sé a dónde, sólo no ir… La busco y la encuentro en el mismo trance en el que yo entro cuando peleo, donde tus ojos ya no dicen nada de ti, y después de eso así se quedan para siempre ¿¡POR QUE SE MUEVEN TAN LENTO!? ¿POR QUÉ NO PUEDEN MATARME? No sé quien era pero ya esta muerto, perdió su oportunidad, y me dejó mirando esto, a ella, flotando, explotando e incendiando soldados… pero su gesto está perdido, sus ojos están vacíos, de propósito o sentimiento, ahora no encuentro en ellos eso, ahora son frívolos…

Me atacan y sólo sigo peleando, ataco, me duele la herida pero más me arde la ira, y mato, y quiero matar para que ya no lo tenga que hacer ella, ahora comprendo que tanto tiempo de estar conmigo le ha hecho daño, estar en esta guerra es lo que la ha afectado, porque ella y yo sólo una vez nos vimos ¡Y ESO ES LO QUE ME PROVOCA MÁS CORAGE!.

Fue hace mucho tiempo, en una ciudad con un mar azul y un puerto de madera, la ciudad parecía tan moderna, allí la conocí a ella, mis compañeros la molestaban, y ella no sabía lo bonita que era, nunca lo ha sabido, parecía con tanto miedo, y de ver sabido de lo que es capaz nunca nadie la hubiera querido haber visto. Tiempo después me encontró una anciana, dijo que era su madre, me pidió llevarla, me dijo que ella acabaría la guerra, y creo que era cierto. Estamos en las afueras del castillo del culpable de esta pelea, entre los hombres se le considera como una deidad, antiguo e inmortal con magia tanto como para destruir como para crear, de haber logrado entrar lo hubiera podido matar; todavía puedo entrar, peleo solo, todavía puedo pelear hasta que habrán esas puertas o él salga a pelearme, los guardias en las afueras parecen tan poca cosa, y aun así parece que van ganando, no importa quién gane hoy la batalla, si logro matarlo se acabará la guerra.

Y ahí pasa, ella se ha vuelto loca, incendia a todos los hombres sin encontrar diferencias, ataca a aliados y enemigos, no se da cuenta, me ataca a mí también y ahora desearía que siguiera haciéndolo para que no tuviera que lastimar a nadie más, yo soy inmune a la magia de cualquier tipo por nacimiento, nací en una fecha muy especial bajo unas extravagantes estrellas, en lo que dicen es el centro del mundo aunque no lo parezca, siempre me han dicho que nací con un propósito muy profundo para el destino, pero matar es sólo ser una peste en el mundo.

Trato de llegar a ella, la trato de alcanzar, pero no puedo, quizás ya estoy cansado de todo esto, ¿por qué no puedo? ¿De qué me sirve ser el mejor soldado en el mundo si no puedo detenerla? Mi propia fuerza, mi propia magia si es que alguna vez he tenido alguna, se limita a pelear, si pudiera correr como flota ella con las puntas de los pies sobre la tierra ¿qué le diría? ¿Cómo la haría entrar en razón? ¿Cómo la despertaría? Le daría un beso y le diría que la amo, y nos iríamos de aquí, estoy cansado de tratar de marcar la historia de este mundo, estoy cansado de que seamos nosotros dos los representantes de una época que jamás debió haber ocurrido; harto de lo que dice la gente de mí, y de ella, estoy harto.
Suelto mi arma decidiendo dejar de tratar de marcar un destino, ser cobarde y escapar, pero escapar con ella que es lo que siempre he querido… y lo que yo quiero ya no lo podré ver visto, algo ha caído sobre mí, en mi pecho, es una espada, cayó del cielo, no la vi venir, me dejó enterrado en el suelo y no me ha matado, la lanzó un experto, se supone que debería dejarme sufriendo mucho por mucho tiempo, una muerte lenta y dolorosa, pero no creo que esto sea sufrimiento… no después de todo lo que he visto y hecho, ni después de todo lo que tampoco nunca hice, no, esto no es sufrimiento, tampoco el saber que moriré, no después de imaginarme todos los días la más insignificante de las muertes, un campo de batalla por alguien que también está muerto y no lo sabe, aunque eso es exactamente lo que ha pasado. Ahora sé que ninguna muerte pudo ser insignificante, inclusive me dio gusto, que por lo menos por un instante, me decidí hacer algo por mí mismo.

Y ahora la veo mirándome, parece recuperada porque casi la veo compadecerse. Me parece extraño porque nunca la vi mirando a un soldado, y menos a un soldado muerto, ¿qué estará pensando?, le veo tranquilamente antes de morir sabiendo que es la última oportunidad que tendremos para mirarnos, hasta que algo me hiela la sangre y me hace desear pararme para seguir peleando, está detrás de ella.

Allí está ése hechicero, se acerca a ella, por un campo lleno de muertos que pelearon alguna vez por alguna causa de la que ahora ya no parece quedar nada que valga la pena, sólo ella, y sólo él por detrás acercándose para matarla y ganarla. Y aun sabiendo que al quitar esta arma del pecho moriré en un instante, trato de desenterrarla y pelear, levantarme aunque no puedo, aunque ni siquiera debería poder moverme, pero si alguna vez ha habido alguna magia en mí desearía que pudiera ser la de poder pelear una última vez con una espada enterrada en el pecho, hasta que los veo, y lo comprendo, los dos me miran de manera compasiva, se abrazan de lado y se dan un beso rápido en la boca que me deja dudando que se quieran mucho, o tal vez es el tiempo el que parece ir tan rápido ahora, al menos sé que no va a matarla, así que me quedo en la tierra sufriendo todavía menos por esta espada.

¿Qué fue lo que pasó?, ¿Por qué?, ¿Por qué esto?, ¿Así acabó?, Yo muerto y ella hechizada y esclavizada, yo he visto a ese brujo destruir un ejército entero moviendo una mano, fui el único sobreviviente y de allí vino mi fama como soldado, y un grado que representa más una inspiración que una posición, “el mejor soldado del mundo”. No importa el grado de magia, por alguna voluntad divina soy inmune a ella, y eso nunca me sirvió… lo más que me dejó fue evitarme una muerte rápida, compasiva a la que tengo ahora en comparación, sin haberla conocido, sin saber que será de ella; sin nunca…. Sin haber hablado con ella; dicen también que puedo pelear como ningún soldado nunca lo ha logrado, he sido soldado toda mi vida y ahora me han ganado sólo arrojando una espada al aire… ya ni siquiera sé por qué estoy llorando, lloro quizá porque los veo mirarme… debería alegrarme que la guerra ya acabó, lo único que me preocupa es lo que hará del mundo el que ganó.

Ella, ella sabe, ella lo verá y no yo, pobre porque siempre sufre más el que se queda que el que se va… pero ella no está sufriendo, su compasión parece volverse alegría ¿por qué?… porque ganó.

¿Quien mira así? ¡Quien obtiene lo que siempre quiso! ¿Cómo se puede alegrar de ser esclava y prisionera? Ella fue la que ganó ¡NO ÉL!

Él la mira y no puede hacer nada más, no parece sufrir o gozar, sólo la puede mirar, ella me mira y parece extrañar algo pero también parece sonreír al ganar, la primera vez que la vi no me pareció que sería la única sobreviviente de una guerra ganada, no le hablaba a nadie y siempre parecía asustada; cuando su madre la envió a la guerra siempre llevaba la cara oculta, un día eso pareció dejar de importar, nadie parecía notarlo.

Ése mago no la envió, él también se enamoró, no puede voltear a otra parte, pareciera no poder respirar si no la tiene cerca, ¿qué es la magia de ella? Nos engañó a todos y sólo ella ha ganado esta guerra.
Pareciera entender lo que pienso, se acerca hacia mí, dejando al brujo con cara de desconsuelo, como cachorrito ordenado a esperar en ése lugar, se ve tan joven y perfecto, ventajas de los magos que pueden evitar los defectos humanos; ella por su parte aun cuando nunca se ha considerado bella siempre me ha pareció bonita, una belleza normal, nunca creí que terminar tan enamorado de ella, por sus gestos, por su manera de actuar, y por sus ojos al mirar. No hay nadie más en el mundo como ella, y ahora por primera vez se me aproxima y me besa rápidamente en la frente como si estuviera acostumbrada a hacerlo, no creí que hiciera otra cosa que venir a sacarme la espada y terminar, pero me dice:
-Tú siempre fuiste inmune a la magia, si te hubieras enamorado de mí esta guerra hubiera terminado hace mucho tiempo-

Y ahora lo comprendo, yo en este cuento siempre he sido el malo.

sábado, febrero 02, 2008

Ya No Partiré Nunca Más de tu Lado


-"Me he tragado una cancion" para estar aqui, me perdi entre el diluvio de un dia soleado, Navegando donde la luna resplandecia en el horizonte, pero alfin estoy aqui.

-Cuanto odio ver llover, cuanto amo ver la luna desde aquí-
-Se supone que la luna se ve igual desde cualquier lugar-

-No, es diferente cuando la veo aquí contigo-
-¿Por qué dices que odias ver llover?-

-Porque he pasado mucho tiempo navegando, he viajado mucho para llegar a esta isla contigo, he pasado mucho tiempo cruzando por un océano que parecía infinito para poder verte. Muchas noches, sólo viendo al horizonte, sólo una línea que divide a dos obscuridades diferentes, sólo guiado por la luna, por eso odio ver llover, porque no me dejaba encontrarla, y eso me recuerda todo el tiempo desperdiciado tratando de llegar contigo, me recuerda cuando lloro.-
-Aquí no se puede llorar, ¿entiendes lo fantástico que es este lugar?, podemos hacer lo que queramos, no ahí límites ni restricciones para lo que deseamos, aquí podemos ser lo que siempre anhelamos-

-Pero ahí algo. Recuerdo mirar el océano mientras llovía, pero aquí nunca llueve. Recuerdo el sonido que había. Recuerdo cuando golpeaba el suelo.
Yo adoraba ver llover, pero amé ese sonido al ir contigo, mientras nos cubríamos debajo del mismo paraguas, y decías que me amabas, y me besabas, y que conmigo siempre estarías, yo aprendía a amar el sonido de la lluvia-
-Decías que odias ver cuando llueve-

-Eso es lo que no entiendo, ahí algo que me tiene molesto, ahí algo que recuerdo pero no comprendo. Una tormenta, como la de allá a lo lejos, mientras viajaba en medio del océano. Recuerdo una tormenta, y a la lluvia, y el mar embravecidos -
Nunca ahí tormentas aquí, este lugar es perfecto, ¿acaso no estoy yo aquí?-

-Sí, pero todavía no lo comprendo, ¿por qué viaje tanto tiempo? ¿Qué ha pasado conmigo? ¿Y por qué estás tú aquí?-
-Te lo dije, yo siempre estaré contigo-

-¿Y si fue así entonces por qué emprendí este viaje? ¿Por qué me alejé? ¿No era lo que yo quería? Yo me alejé y no lo entiendo ¿es esto una trampa? Ahora sé por qué me trajiste a este desierto, donde nunca llueve-
-No, no, estás confundido, esa tormenta a lo lejos no es tu juicio, tú estás conmigo, siempre estarás conmigo-

-No, no siempre podrá ser así, tú misma lo dijiste, una vez, mientras seguías conmigo, y después te fuiste. Tú fuiste la que te alejaste y ahora quieres estar conmigo-
-¿Por qué me dices eso, por qué lo quieres recordar? estoy aquí para ti ¿no lo vez? ¿Lo demás qué importa?-

-Pero tú te fuiste de mi lado, yo lo recuerdo pero no lo comprendo; yo me alejaba de ti, y eso es lo que no comprendo. Te dejaba sola, y ahora me arrepiento. Yo no supe aprovechar el tiempo que pasamos juntos, por eso te quería tener sólo a ti en este lugar, ahora lo veo-

Ella parecía muy triste, con las manos cruzadas, y la mirada baja, sólo mirando al suelo, mirando a la luna. Atrás de ella sólo el espacio y su negrura, volteó hacia arriba y miró a la tierra donde se veía una tormenta, se mordió el labio de arriba justo como él recordaba que hacía cuando se encontraba muy preocupada, él recordaba todos sus gestos y caras; él notó en ella un miedo a ser olvidada, y ella no dijo nada.

-Eres muy hermosa, siempre optimista, siempre muy valiente, por eso no me dolió cuando me dejaste, sabía que hacías lo correcto porque yo era el que nunca se acercaba.
Ahora veo lo que me debió ser más importante, ahora sólo tengo tu imagen, un recuerdo desgastado que me ha hecho olvidar que te extraño tanto. Aquí no puedo hacer nada, mas que mirar la luna, y mirar la tierra, y recordarte, y recordar mi final con aquella tormenta. No, estando aquí nada es lo mismo-

-Una vez te dijiste, que si pudieras, entrarías en un sueño donde dejarías la tierra, y te embarcarías de nuevo pero conmigo para estar lejos, y siempre estaríamos juntos en ese sueño, viendo lo infinito que es el océano, y que mirarías a la luna y a las estrellas como nunca lo habías hecho, porque estaría contigo-

-Eso sólo lo podría saber yo, nunca te lo dije… Creo que aquella tormenta en mis recuerdos me ganó, creo que he despertado de un sueño, demasiado hermoso para ser cierto, demasiado placentero para poder estar completo. Ahora ya no quiero seguir más en este sueño, quisiera encontrar una oportunidad de nuevo. Es hora de volver a la tierra, regresar a la tormenta, empezar de nuevo como tú me enseñaste a hacerlo. No te preocupes, ambos lo hemos dicho: “siempre estaré contigo”. Esta vez, trataré de ser digno, empezaré siempre estando a tu lado, y quizás esta vez, me pueda quedar contigo.